En la caja de señuelos de cualquier pescador deportivo se oculta una amalgama de formas, texturas y colores. Auténticas baterías de señuelos que aguardan su oportunidad para dar el callo cuando la ocasión lo requiere. Todos tenemos nuestra percepción y experiencia acerca de cuándo parece funcionar más un señuelo que otro, pero también sabemos que cuando menos lo esperamos, la realidad contradice la teoría y pescamos el pez de la jornada de la manera y con el señuelo que menos esperábamos.
A este respecto y más allá de la experiencia del pescador y las recomendaciones de los fabricantes, pocos estudios han comprobado experimentalmente qué hay de verdad detrás de las tendencias de colores y formas que utilizamos en cada ocasión.
Uno de los pocos que han tratado de comprobar científicamente qué hay de verdad detrás de todo esto es un estudio del 2015 de la Universidad de Carleton junto con el Instituto de Ciencias Medioambientales de Canadá. Entre otras cosas, trataron de comprobar cómo influye el color del señuelo en las capturas de Micropterus salmoides ("largemouth bass" o "black bass"). Los resultados, sorprendentes... ¿o no? ¡Veámoslos!
El estudio
Los autores se decidieron por el Black Bass por ser, además de quizás el principal pez deportivo a nivel mundial, un gran cazador basado principalmente en su visión (aunque evidentemente use otros sentidos). Algunos experimentos del pasado sugieren que el Black Bass puede diferenciar colores de una manera similar a como ve una persona a través de unas gafas ligeramente tintadas de amarillo, y que tiene dificultades a la hora de distinguir algunos colores, como las diferencias entre azul y verde.
Por ello diseñaron el siguiente experimento. Usaron lombrices de vinilo de 12.7 cm y 6 colores: negro, azul oscuro, rojo oscuro, negro-amarillo "avispa", naranja brillante y blanco perla.
Ocho pescadores de experiencia media estuvieron durante varios días pescando con los señuelos en un lago de Ontario, con temperatura estable a unos 26ºC, cambiando cada veinte minutos de color del señuelo. Cada nuevo ciclo de señuelos lo comenzaban con un color diferente al del ciclo anterior, tratando de hacer aleatoria la influencia color respecto a la hora del día. Cada pez capturado fue medido y el color del señuelo que lo capturó, anotado.
Resultados
En total, pescaron 119 Black Bass de un tamaño entre 21 y 49 cm. Tras computar las capturas por color y hora de pesca y realizar los cálculos estadísticos correspondientes, llegaron a un resultado claro y sorprendente: No hubo diferencias de capturas entre un color y otro. Con todos los señuelos los resultados fueron similares.
Además estudiaron si había diferencias al menos entre grupos de colores: oscuros frente a claros. El resultado fue similar: tampoco había diferencias en el esfuerzo para capturar black bass con señuelos oscuros frente a claros.
Sin embargo, al agrupar los resultados de la pesca con señuelos de categorías oscura, natural y brillante (dos señuelos en cada una), se detectó una relación significativa entre las categorías de color y la longitud total de los peces capturados. Los señuelos de color brillante capturaron peces que fueron significativamente más largos (longitud total media de 349 mm) que los peces capturados en las categorías de color oscuro (318 mm) y natural (318 mm). Curioso, ¿no?
Discusión y conclusiones
Este último resultado abre el debate de por qué los peces de mayor tamaño se deciden por señuelos más brillantes. La posibilidad más evidente es el tipo de alimentación. Mientras que la base de la alimentación de los basses jóvenes incluye una mayoría de invertebrados, los adultos son capaces de capturar otros peces de colores más vivos.
Sin embargo, en general y si nos ceñimos al número de capturas, el estudio sugiere que no hay diferencia entre un color u otro. ¿Es posible que el mundo de los señuelos engañe más al pescador que al pez? Sin duda un tema interesante para la tertulia de pescadores entre lance y lance.