"El oasis del Alto Águeda"
El Águeda nace en la vertiente salmantina de la Sierra de Gata, a la que, según cuentan algunas tradiciones, da su nombre. Es un río de aguas cristalinas que transforma la humedad de un extenso espacio natural con una gran biodiversidad de fauna y vegetación en un refugio para bonitas truchas comunes y diversos tipos de ciprínidos que lo recorren libremente hasta toparse, a unos 30 km. de su origen, con la extensa lámina de agua que recoge la presa de Irueña.
Presa de Irueña |
El embalse toma su nombre del castro vetón que se eleva en una de las colinas que lo circundan, prueba de la actividad humana desde milenios en estas tierras. A buen seguro, los antepasados de las pintonas del Águeda eran uno de los recursos preferidos de sus habitantes.
Verraco vetón en el Castro de Irueña |
La presa se construyó a finales del siglo pasado y no fue hasta el 2014 cuando se finalizó su llenado. Es, por ello, un embalse joven, en el que las poblaciones no son aún estables ni están distribuidas de una manera homogénea. A pesar de ello, la calidad de las aguas han permitido una buena evolución de las diversas especies. Especies alóctonas comparten espacio con autóctonas. De momento, hay lugar para todos. Eso sí, unas se encuentran más cómodas que otras en este nuevo espacio artificial.
Así, si perseguimos las preciadas truchas, haremos bien de buscarlas en la cabecera del embalse o, mejor, en las pesqueras del propio curso del río (en el que habremos de respetar una normativa diferente respecto al embalse).
Por su parte, los barbos sí han colonizado buena parte de sus rincones y se pueden encontrar fácilmente en los recodos y zonas someras cercanas a las orillas. Para ambos, la pesca a mosca es una muy buena opción. Los arbustos y árboles semi-sumergidos que encontraremos en las distintas terrazas que se forman en las verticales orillas sirven para refugio de los ciprínidos y pondrán a prueba nuestra presteza con estos u otros pequeños señuelos. Unas gafas polarizadas son aquí imprescindibles para ver más allá de los reflejos y adivinar las sombras, tanto de peces como de obstáculos.
Así, si perseguimos las preciadas truchas, haremos bien de buscarlas en la cabecera del embalse o, mejor, en las pesqueras del propio curso del río (en el que habremos de respetar una normativa diferente respecto al embalse).
Por su parte, los barbos sí han colonizado buena parte de sus rincones y se pueden encontrar fácilmente en los recodos y zonas someras cercanas a las orillas. Para ambos, la pesca a mosca es una muy buena opción. Los arbustos y árboles semi-sumergidos que encontraremos en las distintas terrazas que se forman en las verticales orillas sirven para refugio de los ciprínidos y pondrán a prueba nuestra presteza con estos u otros pequeños señuelos. Unas gafas polarizadas son aquí imprescindibles para ver más allá de los reflejos y adivinar las sombras, tanto de peces como de obstáculos.
Árboles semi-sumergidos en las orillas |
Los nuevos protagonistas de estas aguas son sin duda especies deportivas como black bass o lucio. Su presencia y creciente expansión atraen a otro tipo de pescadores que pueden encontrar en estas aguas a su especie preferida.
Los lucios los encontraremos en general a bastante profundidad. En Irueña las aguas ganan muchos metros a poca distancia desde la orilla y se forman grandes escalones. Sobre los mismos encontraremos grandes rocas a modo de obstáculos. Con esta orografía, resultará habitual encontrar al esócido oculto tras estos refugios naturales emboscado para lanzarse sobre cualquier presa que pase por delante.
Una estrategia apropiada es usar señuelos bien plomados y rastrear las prolongaciones bajo las aguas de las terrazas y zonas con grandes rocas. Empezar sondeando a gran profundidad e ir reduciendola hasta encontrar la altura a la que se encuentran. Solo la amplitud del embalse es un hándicap para localizarlos, pero empezar por la zona de la presa es una buena opción.
Los lucios los encontraremos en general a bastante profundidad. En Irueña las aguas ganan muchos metros a poca distancia desde la orilla y se forman grandes escalones. Sobre los mismos encontraremos grandes rocas a modo de obstáculos. Con esta orografía, resultará habitual encontrar al esócido oculto tras estos refugios naturales emboscado para lanzarse sobre cualquier presa que pase por delante.
Una estrategia apropiada es usar señuelos bien plomados y rastrear las prolongaciones bajo las aguas de las terrazas y zonas con grandes rocas. Empezar sondeando a gran profundidad e ir reduciendola hasta encontrar la altura a la que se encuentran. Solo la amplitud del embalse es un hándicap para localizarlos, pero empezar por la zona de la presa es una buena opción.
Las orillas son muy verticales en algunos puntos |
El black bass es el otro invitado de lujo de Irueña. Su expansión es imparable y se puede encontrar en muchas zonas, pero en especial en todas aquellas en las que encontremos vegatación semi-sumergida. Aún de tamaños discretos comparados con otros embalses de menores latitudes, el bass de Irueña, de librea espectacular, ataca y lucha con agresividad de manera que hasta sacarlo a superficie es difícil de adivinar su peso.
Un pequeño pero bonito black bass de Irueña |
Los amplios cambios de temperatura de esta zona, con gran diferencia térmica invierno-verano y día-noche, hacen que los basses no se dejen ver tanto por superficie como en otros lugares, pero ahí estan, solo unos metros bajo la lámina de agua y casi siempre cerca de los mencionados árboles que salpimentan diferentes zonas. Por la verticalidad de las orillas, la pesca se tiene que realizar en muchos casos desde gran altura, obligándonos a plomar convenientemente los vinilos. Los cangrejos son señuelos que funcionan muy bien para ello. En cuanto localicemos una zona poblada por basses, las picadas a profundidad están aseguradas.
La zona de la presa y los pilares del puente de la carretera a Cáceres son dos zonas donde los podemos encontrar. Eso sí, debido a la trasparencia de las aguas y a la quietud del lugar debemos ser muy sigilosos; si el bass nota nuestra presencia lo único que veremos será un pez curioso asomarse a la superficie mientras ve pasar con indiferencia nuestro señuelo.
La zona de la presa y los pilares del puente de la carretera a Cáceres son dos zonas donde los podemos encontrar. Eso sí, debido a la trasparencia de las aguas y a la quietud del lugar debemos ser muy sigilosos; si el bass nota nuestra presencia lo único que veremos será un pez curioso asomarse a la superficie mientras ve pasar con indiferencia nuestro señuelo.
Restos de antiguas lindes |
En definitiva, Irueña es un embalse de espectaculares aguas cuyo atractivo para el pescador deportivo es ya una realidad y en el que auguramos un futuro magnífico para diferentes especies muy apreciadas. Si lo unimos a la belleza natural de la cercana Sierra de Gata (ver sección "Información útil"), Irueña puede ser un complemento ideal para unas vacaciones veraniegas por la zona o bien considerarlo como un interesante destino al que dedicar un intenso fin de semana de pesca en primavera u otoño.
Tipo: Agua dulce - Embalse
Población: El Bodón y El Sahugo (Salamanca)
Link a google maps: http://goo.gl/maps/PJfrI
Especies Pescables:
• Lucio
• Black bass
• Trucha común
• Barbo
• Boga del Duero
Técnicas y cebos principales:
• Barbos a mosca
• Black bass y lucios a vinilo
Información útil:
El embalse se sitúa al suroeste de la provincia de Salamanca y consta buenos accesos. Junto a la impresionante presa hay un buen parking y una bajada. También podremos acceder desde una carretera sin salida que hay a un lado del puente de la carretera a Cáceres.
Un lugar inmejorable para pasar unos días de turismo y pesca por la zona es el pueblo de Navasfrías. Junto a la frontera con Extremadura, Portugal, en la vertiente salmantina de la Sierra de Gata y con un microclima privilegiado, es la base perfecta no solo para excursiones de pesca a Irueña, presa del Águeda o incursiones en el mismo río que atraviesa el pueblo, sino también para senderismo por sus bosques de robles y castaños, para recogida de setas o para visitar los numerosos atractivos patrimoniales y naturales de la región.
Tipo: Agua dulce - Embalse
Población: El Bodón y El Sahugo (Salamanca)
Link a google maps: http://goo.gl/maps/PJfrI
Especies Pescables:
• Lucio
• Black bass
• Trucha común
• Barbo
• Boga del Duero
Técnicas y cebos principales:
• Barbos a mosca
• Black bass y lucios a vinilo
Información útil:
El embalse se sitúa al suroeste de la provincia de Salamanca y consta buenos accesos. Junto a la impresionante presa hay un buen parking y una bajada. También podremos acceder desde una carretera sin salida que hay a un lado del puente de la carretera a Cáceres.
Un lugar inmejorable para pasar unos días de turismo y pesca por la zona es el pueblo de Navasfrías. Junto a la frontera con Extremadura, Portugal, en la vertiente salmantina de la Sierra de Gata y con un microclima privilegiado, es la base perfecta no solo para excursiones de pesca a Irueña, presa del Águeda o incursiones en el mismo río que atraviesa el pueblo, sino también para senderismo por sus bosques de robles y castaños, para recogida de setas o para visitar los numerosos atractivos patrimoniales y naturales de la región.
El río Águeda tras abandonar Navasfrías |
En nuestra visita nos alojamos en El Lujano, una espectacular casa rural perfectamente situada y cuidada con mimo por Luis y Elena, que se desvivieron por que nuestra estancia fuera perfecta y nos asesoraron sobre excursiones y actividades por la zona. Además de ser ideal para familias y cuadrillas de amigos, pescadores y cazadores son muy bienvenidos.
Más información en: casaellujano.com
Más información en: casaellujano.com
La casa rural El Lujano, en Navasfrías, base para conocer la región |