Claves para la pesca del Black Bass en ríos

El black bass, una de las más importantes especies de pesca deportiva, está asociado históricamente a los lagos y embalses. Estos espacios, con cambios de profundidad para poder establecerse según época y clima, y con kilómetros de orillas en las que poder cazar y criar en aguas calmadas, son un hábitat ideal, y su lugar de pesca habitual para la mayoría de los pescadores.


Sin embargo, podemos encontrar buenas poblaciones de black bass en algunos ríos, y su pesca aquí incorpora unos condicionantes especiales y también alicientes para el pescador habitual de embalse. Si nos acercamos y conocemos el río podemos pasar algunos momentos inolvidables, ya no solo por la pesca del ansiado pez verde, sino también por el entorno, cambiante y lleno de vida. Veamos cuáles son algunas claves para que esto sea posible.

Algunas claves para pescar el black bass en ríos
El black-bass se comporta como un black bass tanto en un lago como en un río. Está en sus genes, y es el entorno el que le va a hacer tomar unas decisiones u otras. Esto, que parece una obviedad, quiere hacer entender que en lo que primero tenemos que concentrarnos a la hora de afrontar la pesca fluvial del bass es en comprender el entorno, conocer el río. Cuando se conocen los elementos diferenciadores de un tramo concreto de un río en particular, la pesca del bass pasa a ser tan (o tan poco) predecible como lo es en las aguas calmadas de un embalse.

Por ejemplo, uno de los elementos más importantes son las curvas que forma el río. A medida que fluye un río, la corriente corta las orillas profundas, creando las curvas externas. Al contrario, en las curvas interiores deposita grava, arena y escombros. Las curvas exteriores consisten principalmente en aguas profundas, árboles caídos, sistemas de raíces y rocas grandes. Las curvas interiores suelen contener bancos de arena, gravilla más pequeña y llanuras de aguas poco profundas y constituyen excelentes lugares para situar el señuelo y emboscar al bass.


Otros elementos a estudiar son los objetos que proporcionan una reducción sustancial en el flujo de agua, como puentes, grandes árboles y rocas. Después de un estrechamiento en anchura, llega un aceleramiento del flujo. En este respecto, hay que recordar que los tramos de movimiento rápido son lugares más difíciles para habitar para un black bass.

La mayoría de las veces, un río será más ancho con aguas poco profundas justo antes de una piscina más profunda. A medida que fluye en una zona de mayor profundidad, generalmente se comprimirá o se hará más pequeño. El bass suele cazar justo en la parte delantera de estas pozas. Si el agua es bastante clara, verás el fondo justo en la parte anterior a caer en el agujero. Otra indicación de una caída es una pequeña línea de pequeñas ondulaciones en la superficie. Cualquier lugar donde haya caídas de algún tipo son lugares ideales para buscar al bass. En el extremo inferior de una poza, donde el río comienza a ensancharse, hay otra área donde los basses se alimentarán.

Los ríos de movimiento medio o lento son los mejores. La clave en este sentido es encontrar "piscinas" o zonas de mayor profundidad (varios metros de profundidad y decenas de metros de longitud). Muchos de los basses ribereños habitan y permanecen en estos espacios o en sus proximidades. La excepción a esta regla ocurre en primavera, cuando viajarán y se acercarán a arroyos que alimentan al río para desovar.


Otro punto muy interesante son los remansos que contienen árboles. En ellos, el agua se suela teñir del color del té debido a los taninos que se desprenden de la madera. A medida que el ácido tánico se filtra fuera de la corteza y las raíces de los árboles, se asentará en el fondo. En estas áreas, la mayoría de los basses se ubicarán alrededor de troncos cerca de la superficie, por encima de la capa más teñida.

Una de las cosas más importantes que se debe recordar acerca de la corriente, ya sea en un río o en un arroyo, es que los basses siempre se mantendrán en el lado inferior de los remansos. Con esto en mente, la mayoría de las veces los basses estarán en sentido ascendente, o a veces a los lados. Por ello es muy importante recorrer el río hacia arriba y lanzar el señuelo corriente arriba. Si la corriente es fuerte, nos podemos situar en un ángulo de 45 grados desde donde pescamos. Lo que esto hace es dar más control sobre el cebo. Si te colocas directamente detrás de un banco de arena, la corriente lleva tu cebo hacia ti demasiado rápido y no puedes sentir el cebo.


Qué señuelos usar
Si cuando nos acercamos a un embalse a pescar hay que ser observador, fijarse en los elementos de la orilla, la temperatura, etc., en un río esta necesidad es aún mayor. Si nos sentamos en una piedra y nos mantenemos quietos, seguro que somos testigos de la gran actividad que hay en los ríos. No solo veremos alevines acercarse a la orilla, sino también la forma, tamaño y colores de los insectos de la zona, cangrejos, ranas, pequeños mamíferos y aves cazando alguno de los anteriores... Toda esa información es importante para seleccionar nuestros señuelos. Además, a veces el bass estará atento a las presas que huyen de un ave depredador, así que estas pueden señalar "puntos calientes".


A la hora de escoger el señuelo también hay que tener en cuenta que en el río habitan una mayoría de presas de pequeño tamaño. No solo alevines, sino también pequeños crustáceos, gusanos, pequeñas culebras, etc.

Otro factor importante es la corriente. La acción de los señuelos de vinilo en un río con una corriente media no se parece a la del mismo señuelo en aguas calmadas. En este caso hay que aprovechar la corriente para hacer moverse al señuelo convenientemente.


Reflexiones finales
En el río hay que cambiar la mentalidad respecto a muchas cuestiones que se dan por sentadas por el pescador de embalses. Lo principal es ser creativo y de mente abierta. Probar con diferentes cebos hasta que se encuentre algo que funcione, dejándonos inspirar por los signos que nos envía la naturaleza que nos rodea. También hay que probar con diferentes montajes, adaptándolos a cada tramo.


El río es un ser vivo y cambiante. Cambia la cantidad de agua de un día para otro, cambian los elementos que arrastra y sirven de refugio y puesto de caza al bass, cambia la fauna (y presas del bass) según el momento del año. Conocerlo nos llevará tiempo, y los resultados no vendrán de un día para otro: ¡paciencia!

Los ríos son excelentes lugares para pescar y disfrutar. Y sin duda, comprender los ríos también puede ayudar a que su pesca sea más productiva en los lagos y embalses.

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