Cómo escoger el color del spinnerbait para pescar más black bass

El spinnerbait es uno los esos señuelos especiales que mejor representa la complejidad de la pesca del black bass. Para alguien de fuera del mundo de la pesca que ve un anzuelo con una maraña de tiras de goma y una o varias cucharillas, se le hace difícil creer que pueda atraer peces. ¿Qué representa? ¿Qué provoca? Preguntas difíciles de contestar, pero lo que sí sabemos es que funciona.

En la bolsa de cualquier pescador de bass no pueden faltar varios modelos de spinnerbait. Como con cualquier señuelo, escoger el color adecuado para cada ocasión no es tarea fácil, y muchas veces nos dejamos llevar por nuestra subjetiva experiencia para ello. Los expertos aseguran que los spinnerbaits pueden funcionar en cualquier lugar y en cualquier momento del día o la temporada, y que hay vida más allá que los colores blanco y chartreuse.

En este artículo trataremos de dar algo de luz sobre el tema y ayudar a que optimicemos nuestras posibilidades en cada momento.


Color y condiciones del agua
Para poder entender qué hace que un bass reaccione y ataque a un spinnerbait en un momento dado y en otro no, debemos ponernos en la piel, mejor dicho en las escamas del pez. Este, al ver pasar un spinner cerca, o mejor, por encima, obtendrá un estímulo diferente en función de las condiciones de visibilidad y de las condiciones atmosféricas que afectan a la superficie del agua.

En aguas claras y tranquilas, la superficie se ve plateada cuando se mira desde dentro del agua, como un espejo. Los spinnerbaits de color claro se mezclan con la superficie cuando se miran desde abajo en esas condiciones. Los tonos traslúcidos suelen funcionar en esas condiciones, ya que la forma del señuelo se confunde en parte con el fondo de la imagen del bass y a éste le cuesta más distinguir un engaño.

Si además hay mucha luz, a veces las palas de la cucharilla emiten demasiados reflejos. Esto se puede atenuar pintando una de las superficies de la cucharilla con un marcador fluorescente. Cada cierto tiempo habrá que volver a marcarla, ya que irá perdiendo tonalidad a medida que realicemos lances. Este truco también se puede emplear en condiciones de menor intensidad de luz. En este caso, pintar con fluorescente uno de los lados de las palas proporcionará una mayor visibilidad.

Sin embargo las condiciones ideales para pescar con spinnerbaits son cielo nublado y superficie del agua un poco picada por el viento. Por un lado, en estos momentos el bass se activa y busca más activamente alimento, y por otro, las formas del señuelo se confunden aún más, dando como resultado menos rechazos al cebo.

Por su parte, si el agua está muy tomada, suelen funcionar bien colores contrapuestos, como el chartreuse, el rojo o el negro. En estos casos, se recomienda recoger más despacio, de manera que demos al bass más tiempo para localizar la fuente de vibración y los matices de color, en contraposición con un alto ritmo de recogida en aguas claras.

Lo anterior es válido, sobre todo, si se recupera el señuelo por encima de la posición del bass. Si por el contrario pescamos por el fondo, usaremos spinnerbaits de dos colores, buscando el contraste. Según afirman los expertos, el ojo del bass tiene una buena sensibilidad para detectar el contraste azul-verde y rojo-naranja, así que tendremos en cuenta el color del fondo, o de la vegetación, para buscar ese contraste y hacer que nuestro señuelo no pase desapercibido.

Colores y épocas
Además de lo anterior, hay que tener en cuenta otros componentes, como la época del año. En base a ello, podemos tratar de imitar a través del color de nuestro señuelo a las presas que el bass puede esperar encontrar. Hay que tener en cuenta que en ocasiones los basses son muy selectivos, y solo atacan a los señuelos con los mismos colores o destellos de sus presas habituales.

Los colores marrón, verde, una mezcla de ambos, así como tonos rojizos pueden imitar a cangrejos, una de las comidas preferidas del bass en primavera y otoño.

Entrado el invierno, podemos emplear azules y blancos (plateado) para imitar a esos pececillos moribundos de cuya situación se aprovecha el black bass.

Si además en nuestro pesquero hay abundancia de bass pequeño, se puede tratar de imitar con una mezcla de verde y negro, y añadiendo algún matiz rojo y/o blanco.

Otros elementos
Además del color del faldón, debemos fijarnos en la cabeza del spinner. Esta permanece fija respecto al cuerpo, moviéndose de manera lineal, y es el elemento que el bass atacará. Es por ello que un punto de realismo en esta ayudará a no rechazar picadas, sobre todo en aguas claras. Detalles como el realismo de los ojos, incluir hendiduras branquiales y los reflejos rojos pueden ser pequeños ingredientes que desequilibren la balanza a nuestro favor.

Conclusiones
Como en muchos otros aspectos de la vida, el pescador tiende a rodearse de herramientas conocidas, lo que traducido al mundo de los señuelos produce un ciclo vicioso de "uso el color con el que tengo picadas, tengo picadas con el color que uso" del que muchas veces no salimos salvo en momentos puntuales de desesperación.

Colores como el negro o el rojo, poco utilizados, pueden ser tan efectivos, o más que otros, en el momento adecuado. Y esa es, precisamente, una de las cualidades del spinner: la de funcionar cuando otros señuelos no lo hacen. Si además acertamos con el color adecuado, podemos conseguir picadas y revertir el curso de una mala jornada.

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