Buenas prácticas para el "Captura y Suelta" III - La Manipulación y Liberación del Pez

Este artículo es el tercero de una serie dedicada a las buenas prácticas en pesca asociadas al "Captura y suelta", que trata de reforzar esta filosofía y ofrecer claves para tratar de producir el menor daño posible a los protagonistas de toda esta historia, los peces.

En los dos primeros artículos de esta serie repasábamos 1) todo lo relacionado con el anzuelo y los señuelos y 2) la recogida y extracción. En este abordaremos el paso final: la manipulación y liberación del pez.


La manipulación del pez
Una vez que hemos conseguido traer al pez hasta nosotros y que podemos relajarnos y cantar victoria, llega un momento en el que tenemos que manipular el pez para desanzuelarlo e inmortalizar el momento antes de liberarlo. Durante este paso, todo el rato que el pez está en nuestras manos, sufrirá pérdidas en su capa protectora (o "baba") y por lo tanto será vulnerable a infecciones por hongos que en muchos casos resultan fatales para el animal.


También, si no tenemos cuidado, podemos producir lesiones físicas en órganos internos o vértebras por el peso del cuerpo del pez cuando este se sujeta en el aire.

Para tratar de prevenir este posible daño, hay una tendencia a manipular al pez con guantes. Sin embargo, no está demostrado que el riesgo de daño abrasivo o de infección sea menor con ellos. Así que la recomendación general es tratar de minimizar la manipulación en nuestras manos, y tratar de hacerlo, dentro de lo posible dentro del agua o en una sacadera hecha de material no abrasivo. Además, de esta manera rebajaremos el tiempo de exposición al aire.

Respecto al alzado del pez, lo recomendable es sujetarle con el pulgar y el índice (siempre que el pez no tenga dientes afilados como el lucio), y a la vez apoyar una mano en la parte trasera del pez para aguantar el peso y evitar el daño en la mandíbula y vértebras.


En los últimos tiempos se están poniendo de moda los "grips", una especie de tenazas que permiten agarrar al pez por la mandíbula en vertical y facilitan su pesado. Desde aquí recomendamos tener precaución al usar estos aparatos, especialmente con aquellos peces con bocas más frágiles. Además del posible daño físico, es un elemento extraño más que introducimos en la boca del pez y que puede transmitir una infección.


Desanzuelado
El proceso de extracción del anzuelo es un otro aspecto crucial. Es el momento más propicio a lesiones (llegando a producirse auténticas sangrías), e influye directamente en el tiempo de exposición del pez al aire.

En este proceso es recomendable el uso de alicates, o bien de dispositivos especiales para el desanzuelado, ya que son, en muchas ocasiones, esenciales para extraer el anzuelo de una manera limpia del tejido, minimizando los daños y rápida, reduciendo el tiempo de exposición al aire. Esto será especialmente importante en los casos en los que el anzuelo esté clavado en una zona profunda.

Hay que tener en cuenta que en algunos casos, especialmente cuando el anzuelo esté clavado en una zona delicada como el esófago, la opción más recomendable puede ser cortar la línea y dejar el anzuelo en el interior del pez. Esta práctica se ha observado más conveniente en casos complicados, ya que además de evitar heridas mayores, reduce el estrés provocado en el pez.


En cualquier caso, uno de los aspectos que más va a influir en minimizar el daño en el pez será la habilidad del pescador, que irá mejorando con el tiempo y el desanzuelado de cientos de peces.


Foto y toma de medidas
Una vez desanzuelado, una práctica típica es la toma de medidas (especialmente la medición del peso del pez) y la obtención de una o varias fotografías. En este proceso de nuevo lo deseable será minimizar el tiempo de exposición al aire.

A la hora de pesar al pez (si es que es realmente necesario), deberíamos evitar acciones como colgar al pez del gancho de una báscula (o de un "grip", como se ha mencionado previamente). En su lugar, se puede utilizar un saco especial para peces, o una red no abrasiva y enganchar esta a la báscula.


Otra opción es utilizar una tabla de medida o calculadora de pesos que muestra un peso aproximado según la longitud del pez para cada especie. Evidentemente no será tan preciso como la báscula, pero a no ser que estemos ante un récord personal o en un campeonato, probablemente nos sea suficiente con saber el peso aproximado.

Las mencionadas redes o sacos pueden ser utilizadas para mantener al pez en el agua mientras preparamos todo para sacar la foto, y ahorrarle al pez un buen rato de ahogo fuera del agua. Seguro que si pudiera nos lo agradecería ;-).


Liberación del pez
El último paso de todo el proceso, y que da sentido a esta guía de buenas prácticas, es la liberación del pez. Se trata de un momento crucial, ya que el pez se encuentra, en muchas ocasiones, exhausto por el esfuerzo, con un nivel de oxígeno menor del habitual, un nivel alto de estrés y desorientado al ser desplazado bruscamente de su hábitat original. Un pez liberado al agua en tales condiciones supone una presa demasiado fácil para los depredadores, especialmente si sufre de pérdida de equilibrio, lo que en ocasiones da lugar a no poder mantener la verticalidad al nadar.


En estos casos es recomendable retener ligeramente al pez dentro del agua, manipulándole lo menos posible con las manos (ya que una manipulación excesiva puede aumentar su nivel de estrés), y haciéndolo, si es posible, con una red o similar.

En casos en los que estemos pescando dese un bote y tengamos un pequeño tanque de agua, o bien se disponga de uno de estos tanques en orilla (por ejemplo en campeonatos), el pez se puede recuperar ahí por un espacio de no más de unos 15 minutos. Idealmente el agua de este depósito debería estar fresca y bien oxigenada.


Conclusiones
Aunque todas estas recomendaciones puedan parecer complejas de llevar a cabo en muchos casos, seguro que hay varias de ellas que sí podemos aplicar. A veces puede parecer insignificante manipular de una forma no totalmente adecuada a un pez, pero hay que pensar que son decenas o centenares (en el caso de los más afortunados) los peces que pasan por nuestras manos cada temporada. Esto multiplicado por miles de pescadores, supone una influencia enorme con las especies de pesca deportiva.

Quizás, incluir algunas de estas buenas prácticas en las normativas de los campeonatos puede ayudar a ser adoptadas por la masa social. El futuro de la pesca depende en parte de nuestro comportamiento y este puede ser un elemento a tener en cuenta en el camino de la pesca deportiva del mañana.


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2 comentarios

comentarios
8 de febrero de 2018, 13:48 borrar

Muy bien y necesariamente explicado.Con lo facil que es hacerlo correcto es increible lo que por ahi veo.A todos....por favor usar pinzas/alicates tipo quirurgico para desanzuelar y mantener el pez en el agua y soltarlo cuanto antes!! saludos.

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8 de febrero de 2018, 13:56 borrar

Gracias por tu comentario, totalmente de acuerdo.
Un saludo!

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